Retiro de lujo en un pueblo fantasma
El amor por el arte y la piedra, material que trabaja con maestría, fue el motor que impulsó al madrileño Juan Ansótegui a recuperar un pueblo abandonado de la provincia de Burgos, y convertirlo en un complejo turístico lleno de encanto. Con 50 plazas distribuidas entre una casa solariega del siglo XVII, siete casas rurales y un torreón, Las de Villadiego en un espectacular proyecto
En 1998 abandonaban Villalibado los últimos habitantes que quedaban en el pueblo. Años después, en 2006 concretamente, el artista y amante de la arquitectura Juan Ansótegui se topaba con él regresando de un viaje de trabajo.Su aspecto impresionante: casas olvidadas con muros caídos; calles sin asfaltar y apenas transitables por la maleza y los escombros; un torreón medieval que conseguía a duras penas mantener su techumbre y la iglesia románica de El Salvador. La pasión de Ansótegui por la piedra le llevó a iniciar junto a su familia un proyecto de compra y rehabilitación de espacios de la villa que duró nueve años. El resultado: la experiencia de alojarse en un pueblo convertido en el complejo de turismo rural Las de Villadiego.
La restauración comenzó en la Semana Santa de 2007. Piedra, madera, vidrio y acero corten fueron los materiales utilizados para otorgarle la nueva vida a Villalibado. El proyecto se desarrolló en dos fases: la primera se inauguró en 2013, ofreciendo a los viajeros siete casas rurales de entre cuatro y cinco plazas, así como el El Torrejón, que se alquila como un edificio más y sirve de zona común, al contar con cocina, comedor para una treintena de personas, aseo y espacios de reunión para grupos con TV, sofás, billar americano y dardos. A esta fase le siguió una segunda, inaugurada en el pasado mes de junio. Se trata de una casa solariega del siglo XVII, cuyo jardín vallado y privado encierra dos edificios destinados como casas rurales, un porche de 50 metros cuadrados con barbacoa y mobiliario de terraza, salas de reuniones y pista de padel.
Las casas se pueden alquilar por separado o reservar el pueblo entero. Ambas posibilidades permiten a los viajeros disfrutar de la experiencia de vivir una villa en su totalidad que, además, a principios de 2016 inaugurará un nuevo edificio: un hotel rural que, además, ofrecerá servicio de restaurante. El pueblo encierra otros atractivos para el viajero, como es la piscina ubicada frente a la Iglesia, un cenador y zonas comunes de barbacoas, así como amplias áreas ajardinadas resultado de la colaboración público privada entre el artista y la Junta Vecinal, que se ha implicado desde el primer momento en la recuperación del pueblo y el proyecto. Otra de sus bondades es la proximidad de los recursos turísticos propios de la provincia de Burgos, como es la propia capital, el paraje de Peña Amaya, Alar del Rey y el Canal de Castilla o Sedano y los Cañones del Ebro, entre otros.
En definitiva, con Las de Villadiego la provincia de Burgos suma un interesante agente del sector turístico intrínsecamente relacionado con la recuperación del territorio, el desarrollo rural y el impulso a la calidad de destino mediante experiencias de alto valor añadido.