
Un refugio frente al Atlántico: el Hotel OCÉANO celebra 50 años de bienestar en Tenerife
En la tranquila y salvaje costa norte de Tenerife, donde las montañas de Anaga se funden con el azul profundo del océano y el Teide se alza como un guardián silencioso, hay un lugar donde el tiempo parece detenerse. No por casualidad, hace ya 50 años, una familia visionaria se detuvo justo aquí, en la Punta del Hidalgo, y decidió que aquel rincón merecía convertirse en un santuario para el descanso y la salud. Así nació el Hotel OCÉANO.
Medio siglo después, este elegante hotel se ha consolidado como un referente europeo del turismo de salud, sin perder un ápice de su espíritu original: el de cuidar el cuerpo, relajar la mente y reconectar con lo esencial. A orillas del mar, con el rumor de las olas como banda sonora, cada estancia se convierte en un viaje hacia el equilibrio personal.

Donde el bienestar es una experiencia
El Hotel OCÉANO no es un establecimiento al uso. Con sus 95 habitaciones, todas con vistas al Atlántico, y un equipo humano de más de 100 personas, ofrece el confort de un hotel de cuatro estrellas superior, pero con el enfoque de un centro de salud integral. Aquí uno puede venir a dejarse llevar, o elegir entre programas diseñados a medida: desde el alivio del dolor de espalda hasta la pérdida de peso, pasando por retiros de yoga, terapias ayurvédicas o tratamientos de belleza no invasiva.
Cada programa parte de una valoración médica personalizada, realizada por un equipo multilingüe de más de 30 profesionales de distintas disciplinas. La vocación: atender al huésped de forma global, con cariño, rigor y escucha activa.
Arquitectura de la calma
Reformado en 2019, el OCÉANO sorprende por su diseño: espacios amplios, líneas limpias, luz natural y materiales sostenibles. Las camas invitan a un descanso profundo, los ventanales se abren al mar y los jardines subtropicales aportan frescura y vitalidad.

Desde la azotea, donde cada mañana se celebra el “Despertar junto al mar” con respiración consciente y movimiento suave, hasta la piscina de agua salada y el gimnasio con entrenadores personales, todo está pensado para que el cuerpo y la mente encuentren su ritmo natural.
Comer bien, vivir mejor
La experiencia se completa en el restaurante exclusivo para huéspedes, donde la cocina combina sabor, salud y sostenibilidad. Con ingredientes de proximidad —muchos de ellos cultivados en el valle de La Laguna—, cada menú se adapta a las necesidades nutricionales individuales. Comer bien aquí no es una concesión, es parte del tratamiento.
Salud en su sentido más amplio
El OCÉANO Health & Spa reúne en un mismo espacio terapias manuales, talasoterapia, medicina tradicional ayurvédica y propuestas como el OCÉANO Strong Back, para el tratamiento integral del dolor de espalda; el OCÉANO Relax, centrado en la prevención del estrés y el agotamiento; o el OCÉANO Weight Control, un programa para adelgazar cuidando al mismo tiempo la energía y el estado de ánimo.
Para quienes buscan armonizar cuerpo y estética, el OCÉANO Beauty Spa ofrece tratamientos con productos naturales, mesoterapia no invasiva, masajes Kobido y técnicas de revitalización profunda, siempre bajo la premisa de una belleza que nace desde dentro.

Un entorno que transforma
Pero quizás el mayor secreto del OCÉANO sea su localización. Frente a una piscina natural que cambia con la marea, a pocos pasos de senderos por los Montes de Anaga y a solo veinte minutos de la ciudad colonial de San Cristóbal de La Laguna, el hotel es también una puerta de entrada a la Tenerife más auténtica y serena.
Surf al amanecer, caminatas guiadas, baños de mar, atardeceres que invitan al silencio… Aquí, el entorno no es solo paisaje: es parte activa del proceso de renovación.
Cincuenta años después, el Hotel OCÉANO sigue siendo fiel a su propósito original: ofrecer descanso con sentido. No como evasión, sino como herramienta de transformación personal. Y lo hace con una sensibilidad poco común, donde la atención al detalle y el respeto por el huésped convierten cada visita en una experiencia verdaderamente inolvidable.