Vuelve Friki, con nueva tienda propia en Madrid
Desde que la abuela Pilar dejó de coser vestidos de muñecas para vestir a medida a los niños del Barrio de Salamanca, lleva más de 60 años abanderando la moda infantil más exclusiva “para niños que visten como niños”. Hoy, en manos de la tercera generación, la familia Friki vuelve a sus orígenes, apostando por sus diseños artesanales en un nuevo espacio que plasma la esencia de una marca con personalidad y estilo propios.
Cuando María, Lucía y Beatriz Gutiérrez evocan la historia de Friki lo hacen con cariño y orgullo, pero sobre todo con una gran responsabilidad. Fue la magia de la Navidad durante los años de la posguerra lo que impulsó a su abuela Pilar, viuda con siete hijos, a confeccionar vestidos, faldones y capotas de muñecas para las hijas de sus conocidos. Era tal su buen gusto y destreza, que pronto los encargos se trasladaron al vestuario de las niñas, lo que culminó en la apertura de una tienda taller en la calle Velázquez para poder absorber la demanda. “Podemos decir que Friki nació de la ilusión de mi abuela por mantener los Reyes Magos de sus hijos. Hoy somos lo que somos gracias a ella”, comentan emocionadas.
Años después tomaron el relevo tres de sus hijas, Wiki, Belén y Vito, expandiendo el negocio a nivel nacional con la apertura de otra tienda en San Sebastián, e incorporando al catálogo firmas internacionales de moda infantil, aunque siempre distinguiéndose por sus creaciones propias, confeccionadas a medida, y con especial atención a la sección de recién nacidos. “A día de hoy, retiradas nuestra tías y cerrados sus establecimientos, la tercera generación no podíamos perder esas raíces, el éxito conseguido tras muchos años de esfuerzo”, explican, por lo que retomaron el proyecto con fuerza, y desde los orígenes. Así, Friki se olvida de las firmas externas y de la línea sport, para centrarse en su clásico catálogo de prendas a medida y cosidas a mano que han vestido a tantas generaciones.
Moda prêt-à-porter y atelier en su nueva tienda
Fieles a la idea original, las actuales propietarias han devuelto a Friki a su ámbito natural, el Barrio de Salamanca. Tras un necesario periodo en modo showroom y ventas en tiendas multimarca, la firma estrena este mes un nuevo espacio propio en la capital, que logra transmitir la tradición adaptada a la modernidad, sello de la marca. Situada cerca del Parque del retiro, en la calle Nuñez de Balboa 13, la nueva tienda dispone de una zona de venta, y otra dedicada al atelier, en la que conocer sus modelos y telas, tomar medidas y hacer las pruebas de los pedidos por encargo.
Dirigido a niños de 0 a 10 años, el catálogo de Friki contempla diseños tanto para el día a día como para ceremonias (bautizos, comuniones, arras, etc) y eventos especiales, siempre pensados para que los niños no dejen de ser niños, y disfruten de un estilo personal y único. Confeccionados a mano y a base de telas de la mejor calidad, sus impecables hechuras otorgan primordial importancia a la comodidad de los más pequeños, incluidos los recién nacidos, para los que también elaboran canastillas de regalo.
Así, pasados 60 años desde que la abuela vendió su primer faldón: años llenos de cambios, de éxitos y fracasos, de tradición y de relevos generacionales entre madres e hijas, Friki regresa con fuerza, demostrando que ha sabido evolucionar al ritmo de las nuevas tendencias, aunque manteniéndose fiel a su estilo.